Que nos hiciste Comandante Chavez
Nos enseñaste que con el pueblo, desde el pueblo, se puede encaminar un pueblo a encontrar su camino propio, el verdadero
Nos contaste de como se puede estar en el centro de fuerzas armadas y ponerlas al servicio de su gente
recordándonos de como un militar puede perseguir, cazar su estrella y hacerla brillar hacia el pueblo siguiendo el trillo que Camaño abriera
Nos mostraste la diferencia de una población que vive en la gran ciudad de rascacielos, entre cristales y torres
que se proyecta y miente con el circo mediático de la belleza de plástico y las protestas desde mansiones de lujo, desde un canal de televisión, donde se manipula con grupos de opinión
A esa otra población la de los cerros, la de a pie, la que tenía por único cobijo su esperanza y su espera y cuya historia se contaba en las décimas del pueblo franco, el pueblo llano el que te dijo Si, y luego Si y después Si y mil veces Si, si de nuevo volvieras
Que mas nos diste Comandante Chavez
Poder al pueblo, poniendo recursos del pueblo, en obras del pueblo, administrado por el pueblo
Y nos dijiste que se podía y lo hiciste con tu ejemplo, tu palabra franca, tu gallardía,
Que mas nos diste camarada Chavez nos enseñaste de como llevar a la selva hospital, escuela, y de como se administran los recursos que ayer estaban en manos del imperio para hacer rico al imperio y sus secuaces tramperos
Y nos mostraste a construir indicadores de desarrollo, no los de cifras, y números fríos, sino los de la risa del niño, del trabajador que no se fue con las manos vacías,
del vale que aprendió a contar y a firmar historias de una patria de la cual quiso sentirse estrella
Que nos hiciste amigo Chavez
nos enseñaste que soñar se puede, que construir se aprende, que ha transformar se enseña
Nos sembraste la región de ventanas por donde se asomaron muchos que aprenderán a seguir con el tiempo tu estrella, a construir puentes, puertas y escaleras
Que nos hiciste inmenso Chavez
nos recordaste que América es un pueblo único, con un solo grito, una misma herida, una sola afrenta, un mismo enemigo, adentro y afuera
Que nos legaste al final de tu historia que apenas comienza
Reconstruiste un héroe gigante con la cabeza de Bolívar, los ojos de Sucre el corazón de Martí, la sonrisa de Camaño, la mirada de Sandino, el coraje de Manolo, las manos del Che y después cantando como llegaste, te fuiste
Y nos dejaste con rabia
y nos dejaste con sed
Pero enterraste un tesoro, repartido en cada tierra, dejaste señales por desentrañar
y lugares adonde ir a buscar,
cuando de nuevo salgas, del barrio, del cerro, discreto, pequeño, te iras haciendo grande
pues tu esencia, como polvo de estrella, se regó como yesca, que espera ser rayada para de nuevo encender el continente
Y prenderás utopías apagadas
Y allí estaremos atentos Comandante
te recibiremos con otro nombre, otros ojos, otra frente, donde habrá de colocarse otra estrella, sino igual
de similar refulgente.
Isabel Cepeda
14 de Junio 2016
[10:20, 5/3/2017] +1 (829) 310-3221: Cualquier barrio y su gente
Casas o sus equivalentes
pobladas por gente
que pudieran ser personas
si las condiciones y sus materialidades orientadas fueran a otras distribuciones
Hasta aquí no llega el metro
Mas callejones hay que calles y la gente se despierta a trajinar con sus vidas en sus múltiples batallas
donde el oficio no es formal
y aunque muchos son trabajadores seguro no son obreros, pues sus laboriosas manos no crean mercancía alguna y las zonas ya están llenas, hay que vender o servir lo que humanamente puedan
que lleve pan a la casa
Aquí no hay mucho color
arriba o abajo van
solo algunos puntos de colores aislados
se ven entre tantos matices de grises
esos puntos luminosos que brillan hasta en la sombra, algunas hasta muy nuevas
son las piedras de oropel vestidas de lentejuelas que ya vienen apaleadas con los zapatos en la mano y las pelucas ladeadas, salieron a medianoche y a las 5 es que regresan con olor a humo y sus pieles manoseadas,
levantan tristes las manos en distraídos saludos a otras mujeres que a esta hora van raudas
a limpiar en otras casas y a cuidar a hijos ajenos, los de estás se cuidan solos, esos los cobija el barrio, Algunos, como a las 7 vestidos de azul planchado se acercarán a la escuela que queda por las afueras cerca de la zona franca,
estos no se distraerán, estos quieren ser personas y si la pobreza les deja huecos abiertos por ahí se escaparan y se aferrarán resueltos
Los demás, ya sabemos, solo son gente masas, códigos de cualquier censo
probablemente sean miles y todos muy laboriosos, yendo y viniendo con sus silenciosos pasos y sus aires distraídos que suelen ser mas alerta en contadas situaciones, cuando el etílico de cualquier marca nombrada nuble un poco la cabeza
y por dos horas o tres, ponga color en los ojos y animo en los sentidos
Después se acercaran los cuerpos en los colchones maltrechos, porque por suerte, es sin precio el poder unir las almas y aunque sea por diez segundos tratar de alcanzar el cielo
Lejos de estos están los otros que salen en las noticias esos son solo unos cuantos pero a cada rato la pobreza desatenta parece multiplicarlos
Y esa gente en las esquinas que no están vendiendo nada, si observamos mas atentos son los predigitadores que comercian con la muerte o que habitan madrugadas normalmente en otras calles de barrios mejor situados donde se harán
del descuido violentado
de alguna puerta o ventana
Que otras cosas hay en el barrio? musica en los colmados que habla de las condenas y de las múltiples penas en lenguaje conocido, dos o tres enrejadas bancas que trafican con los sueños vendiendo promesas falsas
Y cuando la noche tibia agotada se derrama sobre estas barriadas pobres y su maltratada gente
tal vez comenten discursos de los nuevos funcionarios y algunos hasta se hagan ilusiones limitadas creyendo que quizás salgan premiados en su escasa suerte
y lleguen a ser parte de los que dice el de turno
que en los próximos 4 años pudieran llegar a ser
personas certificadas.
IC
Agosto y las promesas que suelen repetirse en febreroba en las décimas del pueblo franco, el pueblo llano el que te dijo Si, y luego Si y después Si y mil veces Si, si de nuevo volvieras
Que mas nos diste Comandante Chavez
Poder al pueblo, poniendo recursos del pueblo, en obras del pueblo, administrado por el pueblo
Y nos dijiste que se podía y lo hiciste con tu ejemplo, tu palabra franca, tu gallardía,
Que mas nos diste camarada Chavez nos enseñaste de como llevar a la selva hospital, escuela, y de como se administran los recursos que ayer estaban en manos del imperio para hacer rico al imperio y sus secuaces tramperos
Y nos mostraste a construir indicadores de desarrollo, no los de cifras, y números fríos, sino los de la risa del niño, del trabajador que no se fue con las manos vacías,
del vale que aprendió a contar y a firmar historias de una patria de la cual quiso sentirse estrella
Que nos hiciste amigo Chavez
nos enseñaste que soñar se puede, que construir se aprende, que ha transformar se enseña
Nos sembraste la región de ventanas por donde se asomaron muchos que aprenderán a seguir con el tiempo tu estrella, a construir puentes, puertas y escaleras
Que nos hiciste inmenso Chavez
nos recordaste que América es un pueblo único, con un solo grito, una misma herida, una sola afrenta, un mismo enemigo, adentro y afuera
Que nos legaste al final de tu historia que apenas comienza
Reconstruiste un héroe gigante con la cabeza de Bolívar, los ojos de Sucre el corazón de Martí, la sonrisa de Camaño, la mirada de Sandino, el coraje de Manolo, las manos del Che y después cantando como llegaste, te fuiste
Y nos dejaste con rabia
y nos dejaste con sed
Pero enterraste un tesoro, repartido en cada tierra, dejaste señales por desentrañar
y lugares adonde ir a buscar,
cuando de nuevo salgas, del barrio, del cerro, discreto, pequeño, te iras haciendo grande
pues tu esencia, como polvo de estrella, se regó como yesca, que espera ser rayada para de nuevo encender el continente
Y prenderás utopías apagadas
Y allí estaremos atentos Comandante
te recibiremos con otro nombre, otros ojos, otra frente, donde habrá de colocarse otra estrella, sino igual
de similar refulgente.
Isabel Cepeda
Agosto y las promesas que suelen repetirse en febrero