EDITORIAL VOZ LICEYANA
Cuánto vale el show?
Las elecciones de mayo del 2012 sirvieron como hito ensombrecedor parta la imagen de las instituciones
jurídicos políticas dominicana, para el Estado, los Partidos, la Junta Central Electoral, así
como para el pueblo, en sentido general, entre otras instancias.
El despliegue publicitario exhibido, sobre todo por los partidos
mayoritarios, y, con mucho mas énfasis, por el partido en el poder, contrastaba
escandalosamente con los niveles de pobreza que exhibe el país; con la escasa inversión
en la educación; con el desempleo galopante, generador de todo tipo de locuras;
con los maltrechos servicios hospitalarios; con la tímida preservación de la
salud ambiental; con el deterioro de las vías de acceso; el descuido rural; la falta de espacios deportivos y de la
canalización adecuadas de las aguas negras; la falta de campañas de concienciación
ciudadana; los altos índices de inseguridad;
la falta de controles de los embarazos en edades prematuras; la falta de
alimentación, de techos, y de perspectiva real de futuro.
Si cuantificamos los excesivos
gastos en el montaje electoral
2012, observamos el espantoso incremento respecto a los pasados eventos
comiciales celebrados en la República Dominicana, fenómenos que de seguro
apunta al aumento de la violencia y la inconciencia de la población así como a
las deficiencias del proceso de desarrollo de la cosa pública nacional.
Algo de positivo tuvo:
1) La excelente aplicación de la tecnología moderna
2) La amplia participación de observadores (¿?)
3) La concientizaciòn de la población en cuanto al burdo manejo de los
recursos del Estado.
4) La oficialización o formalización del mercadeo o comercialización de los
votos.
5) La oportunidad de abrir nuevas opciones electorales con oportunidades de
triunfo, en un futuro casi inmediato
¿Avanza o no la democracia en nuestro país? ¿Qué cree usted?
De todas maneras, felicitamos a los agraciados, como diría la gente de La lotería Nacional.
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