El cura, identificado como Fabio Ricardo Rodríguez, fue detenido en un aeropuerto ruso y transportado a un hospital de la capital.
A los policías antidrogas les llamó la atención la indumentaria del extranjero, y advirtieron que tenía un aspecto nervioso, además estaba pálido y sudoroso.
A pesar de las protestas del hombre, que se presentó como un cura de la región caribeña de Colombia, los médicos lo sometieron a un chequeo médico que reveló dieciocho condones con cocaína en su estómago, un total de casi un kilo, según informó este miércoles la agencia antidroga de Rusia.
“Volaba desde París y hacía escala en Moscú, pero perdió su siguiente vuelo”, explica un oficial de la agencia, “su viaje se demoró, y los burros que transportan drogas dentro de su cuerpo no pueden preservarlas así mucho tiempo”.
El colombiano estaba muy bien equipado para su ‘actividad misionera’. No se olvidó de llevar consigo un considerable paquete de documentos e incluso su cartilla militar. Según la documentación, se ordenó sacerdote en 1995.
Actualmente el cura se encuentra en un centro de detención en la ciudad de Jimki, a las afueras de Moscú.
Se espera que el cura sea encarcelado unos diez o quince años por contrabando de drogas.
Según el padre Fabio, un grupo mafioso le hizo cometer un crimen que va en contra de su moral.
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