David Ranta había sido condenado a 37 años de prisión en 1991 luego de ser declarado culpable de la muerte de un rabino judío ortodoxo en el robo de una casa fallido en febrero de 1990. Ranta se declaró siempre inocente de las acusaciones.
La oficina del fiscal de Brooklyn explicó que una investigación interna descubrió una prueba que no había sido examinada durante el juicio.
Ésta prueba permitió determinar la inocencia de Ranta.
“Luego de una investigación exhaustiva, la oficina del fiscal concluyó que las pruebas por las que Ranta había sido condenado ya no eran válidas y que ninguno de los elementos que quedan permitirían acusar a Ranta si hubiera un nuevo proceso”, declaró el fiscal Charles Hynes.
Luego de ser puesto en libertad, David Ranta, actualmente de 58 años se declaró conmovido ante los periodistas.
“Como dije siempre desde el principio no tengo nada que ver con este asunto”, dijo. “Estoy emocionado”, añadió.
Según el diario The New York Times, un hombre muerto en accidente de tráfico cuando era perseguido por la policía en abril de 1990, cocainómano y habituado a los atracos, podría haber sido el verdadero asesino
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