Situación
internacional
Por Hétor Sánchez
Un cruel e inhumano modelo de
recolonización y reanexión domina al mundo, en el que un reducido grupo de
países altamente desarrollados ha formado una dictadura mundial a través del
modelo de la globalización neoliberal, para enriquecimiento de ellos y sus
socios locales, mediante la opresión financiera y el saqueo de los recursos
naturales de los demás países, en especial del Tercer Mundo, a contar de la
década de los 70 del siglo pasado.
Para aplicar su plan de
dominación neoliberal, los países altamente desarrollados, con sus burguesías
imperialistas a la cabeza, organizaron e impusieron la estrategia de un mejor
reparto de las riquezas obtenidas por Norteamérica y Europa, aunque para ello
disminuyeran la tasa media de ganancia, al orientar una parte de ella hacia su
clase obrera.
Porque
esa clase obrera tiene un nivel
educativo, político y de organización sindical elevado, le permitió relativamente fácil negociar una mejor distribución del
ingreso, lo que elevó sus niveles de vida, convirtiéndose en conservadora y
aristocrática.
Esa
concesión de las burguesías imperialistas con su clase obrera, las llevó a
implementar políticas de opresión y explotación contra las naciones del Tercer
Mundo, a los fines de lograr mayores ingresos para igualar la cuota de la
ganancia media perdida al interior de sus países, y aumentarla
considerablemente.
Para
recuperar y aumentar su tasa media de ganancia, las burguesías imperialistas se
vieron forzadas a implementar políticas de explotación a través de alianzas
estratégicas con las burguesías locales de Asia, África, América Latina y el
Caribe, con las medidas siguientes:
Definir negociaciones
con los Bloques Dominantes de las clases locales: burguesías en sus tres
fracciones, los terratenientes y las altas jerarquías militares y eclesiásticas, a través del siguiente plan:
1.
Inversiones directas apoyadas con
exenciones y protecciones locales para explotar los recursos naturales, que
adquirirían a bajos precios: mineros, tierra, playas, trabajo barato y otros.
2.
Comprarles bienes primarios (minerales
y alimentos) a bajos precios y con poco valor agregado para que incrementaran
sus exportaciones y obtuvieran divisas para financiar sus importaciones y pagar
sus deudas externas, pero también para mantener la sostenibilidad de sus
débiles estructuras productivas y sus bajas tasas de ganancias, en comparación
con las generadas en el Primer Mundo.
3.
Venderles bienes de capital, materias
primas y bienes de consumo a precios altos, manteniendo así un intercambio
desigual, que les garantizaba succionar enormes riquezas desde el Tercer Mundo,
con lo cual se elevaban las tasas medias de ganancia de las burguesías
imperialistas, y para facilitar este tipo de intercambio impusieron varias
modalidades mundiales y regionales de contratos o convenios comerciales.
4.
Someter al Tercer Mundo a un forzoso,
elevado e irresponsable endeudamiento externo, como forma de exportación de
capitales, garantizando el incremento de las ganancias bancarias y del resto de
los sectores económicos. Con este endeudamiento creciente lesionaron las soberanías
económicas y políticas de los países.
5.
Garantizar a través de la creación,
entretenimiento y formación de los ejércitos tercermundistas, que se
desarrollaran políticas represivas y de contrainsurgencias, en contra de la
penetración de ideas progresistas y socialistas.
6.
Impedir el desarrollo de las
democracias económicas y políticas, obstaculizando el surgimiento de los
Estados democráticos, sociales y de derechos.
7.
Obstaculizar el desarrollo
institucional manteniendo estructuras jurídico-políticas débiles y bajos
niveles educativos poblacionales, a través de pobres niveles de gastos sociales
y sistemas educativos obsoletos. Pobreza y bajo nivel de educación eran las
bases de alienación de las masas oprimidas para contener y retrasar sus demandas
y rebeliones. En esto estaban de acuerdo las burguesías imperialistas y los
bloques dominantes tercermundistas.
8.
Mantener y sostener altos niveles de
corrupción pública, como fuentes de acumulación primaria local y de gestación
de compromisos históricos de las clases políticas y gobiernos corruptos, para
mantener la alianza diabólica estratégica entre las burguesías imperialistas y
los bloques dominantes tercemundistas, puesto que el desvío de recursos
públicos para fines personales y grupales era una práctica que se fomentaba y
se sostenía para mantener los niveles de pobreza y de atraso integral de los
pueblos oprimidos, que formaba parte de la estrategia de dominación, trazada por los aliados de la
opresión.
9.
La fuga de cerebros o robo del activo
humano calificado, que es la substracción de profesionales de diferentes áreas
del conocimiento, que costaron muchos recursos para calificarlos, a los países del Tercer Mundo,
y que el Primer Mundo se los lleva gratuitamente, sin ningún costo, ni
reposición a los países pobres de donde proceden. Con esta acción alejan las
posibilidades de desarrollo de estos países desgraciados.
10.
Este saqueo del Primer Mundo al Tercer
Mundo, mediante el pacto económico y político sellado, obstaculizó la creación
de suficiente acumulación interna y la creación de ahorros locales necesario
para financiar los planes y programas de desarrollo de los países del Tercer
Mundo, sobre todo en Africa, América Latina y el Caribe, lo que generó altos
niveles de pobreza, de marginalidad social y de atraso integral e
histórico-estructural en los países tercermundistas, en donde reside la gran
mayoría de pobres y indigentes, y, donde se reproduce y sin aparente solución
ni a corto ni a mediado plazo, el círculo vicioso de “dependencia-explotación-pobreza-marginalidad-atraso
integral”, de nuestros pueblos y países.
continuara
mañana
continuara
mañana
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