SANTIAGO DE LOS CABALLEROS.- Los moradores de esta ciudad acataron en más de un 95% el llamado a paro, en donde el transporte fue suspendido y la mayoría de los establecimientos comerciales y centros educativos cerraron.
Durante todo este lunes se ha observado una gran vigilancia de policías y militares tanto en el casco tradicional como en los barrios periféricos.
Las grandes tiendas abrieron parcialmente pero encontraron el inconveniente de que había muy poca fluencia de clientes. En El Sol, 30 de Marzo, España, San Luís, La Duarte, Cuba, General Luperón y otras vías céntricas, la presencia de personas es mínima, en contraste con días laborables normales.
Bien temprano en la mañana, cientos de empleados procuraban afanosamente vehículos públicos para llegar a sus centros de trabajo. Otros optaron por usar motoconchos y los más afanosos caminaron kilómetros para poder acudir a sus centros de trabajo. Algunos se vieron precisados a devolverse a sus hogares.
En barrios periféricos moradores lanzaron desperdicios a las vías, sin mayores consecuencias.
A media noche del domingo, una bomba de fabricación rústica fue lanzada en una calle del barrio Cienfuegos, en el noroeste de la ciudad, pero la misma no hizo explosión
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