CINCINNATI -- La última travesura de Chad Johnson tienen nombre y apellido. Bueno, en realidad tiene nombre y número.
Ocho Cinco
El receptor abierto de los Cincinnati Bengals se ha cambiado legalmente el nombre en un juzgado del condado de Broward, en Florida. Johnson, quien vive en Miami, ahora se llama: Chad Javon Ocho Cinco.
"No creo que nadie haya hecho algo así antes", dijo el jugador. "¿Alguna vez he tenido una razón para hacer lo que hago? No. Simplemente lo hago para divertirme".
Dos años atrás, Johnson se dio a sí mismo el apodo de "Ocho Cinco", una referencia en español al número de su jersey. El mote nunca fue bienvenido en el equipo.
Cuando el receptor se apareció a un partido con un cartel de "Ocho Cinco" en la espalda, el mariscal Carson Palmer se lo arrancó justo antes de la patada de salida.
Más tarde, el entrenador en jefe Marvin Lewis, a quien no le agradan las locuras que hace Ocho Cinco para llamar la atención, se refirió al receptor como "Ocho Psycho."
El jugador que solía llamarse Johnson ha sido una preocupación para los Bengals todo este año.
Primero intentó que lo canjearan. Cuando no logró su cometido, se presentó en el minicampamento obligatorio, quejándose de una molestia en el tobillo derecho. Entonces se sometió a una operación para que le quitaran astillas del tobillo, y estuvo limitado en el inicio del campamento de entrenamiento.
Finalmente, en el segundo juego de pretemporada cayó sobre su hombro izquierdo y se lo dislocó temporalmente.
Aunque la lesión es más grave de lo que originalmente se pensó, Ocho Cinco, quien está utilizando una protección especial en el hombro, espera participar en el juego inaugural de temporada regular, el 7 de septiembre frente a los Ravens en Baltimore.
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