SANTIAGO. La crecida repentina del Río Licey, sorprendió de nuevo a los tamborileños, cuyos habitantes de las riberas tuvieron que salir huyendo de sus casas inundadas por las lluvias que se produjeron en la cabecera de la montaña.
Los sectores afectados fueron El Arenazo, Batey y La Hermita, afortunadamente no hubo víctimas humanas, según el reporte de la Defensa Civil, cuyo director regional informó que sólo los bienes muebles fueron anegados por la afluente que a las 3:30 de la tarde salió de su cauce habitual, provocando, además, entaponamientos en las calles entorpeciendo el tránsito de vehículos y peatones.
Miembros de la Defensa Civil, del Ayuntamiento y del Cuerpo de los Bomberos, trabajaban para quitar los obstáculos de las vías y las casas y devolver el orden y la tranquilidad a los habitantes de esta comunidad.
Francisco Arias, director provincial de la Defensa Civil, informó a Diario Libre que gracias al muro de gaviones levantado por el alcalde municipal, por disposición del Presidente de la República, Leonel Fernández Reina, los últimos desbordes no han causado males mayores.
A los aguaceros similares ocurridos en los últimos días, se le atribuye la proliferación del cólera, cuando la vertiente rompió una tubería de agua potable infectándose con la bacteria causante de la enfermedad que cobró más de nueve víctimas.
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