El
gobierno de Danilo Medina huele a dispersión
Por
Giselda Liberato
Los planes de desarrollo en
este país nunca han sido referentes válidos para nuestros gobernantes. En
definitiva, no creen en planificación y en estrategias políticas de cara a
promover desarrollo humano y territorial.
En lugar de políticas
públicas armonizadas con metas
específicas, los esfuerzos de este gobierno están más enfocados en impregnar un
sello personal, desde la perspectiva del presidente Danilo Medina, para
diferenciarse del estilo de gobernar de Leonel Fernández. Lo triste es la poca
referencia que hace el gobierno, prácticamente ninguna, a la visión de nación contenida en la Ley Estrategia Nacional de Desarrollo.
Las ejecutorias del gobierno
podrían estar evidenciando una vez más
la poca voluntad para hacer efectivos los mandatos de las leyes y, sobre todo,
la falta de compromiso político para cambiar la cultura de la improvisación por
la planificación y la priorización de políticas públicas que procuren
eficiencia en la calidad de la inversión de los recursos.
A un año de gobierno, el presidente
Medina debería estar dando cuentas de los avances logrados para, por lo menos,
construir la plataforma que garantice la aplicación de la Estrategia Nacional
de Desarrollo. Porque el proyecto de
nación que queremos construir se sustenta en las políticas públicas, teniendo
como marco o guía las líneas estratégicas contentivas en la END.
La realidad es que con el
supuesto de orientar sus iniciativas a
la solución de los problemas locales
reivindicados por los sectores con los cuales interactúa en sus visitas a las
comunidades, el presidente Medina hace siempre mención de los planes de
desarrollo que tiene pensados para éstas comunidades.
Vende así su imagen de
hombre organizado, estratega y planificador.
Pero la cultura de planificación y de priorización de las políticas
públicas parece no haberse asumido con firmeza
Porque, ¿cómo hacer frente
a los problemas y desafíos que limitan
el desarrollo nacional y local, si las ejecutorias de gobierno siguen
enmarcadas en dar respuestas a la coyuntura, al día día y, al interés mesiánico
presidencial y a la permanencia en el poder del partidos?
Si la Estrategia Nacional de
Desarrollo ha sido construcción de todos, todos deberíamos estar informados
acerca de los esfuerzos e inversiones que se están haciendo para acercarnos al proyecto de nación compartido.
La ciudadanía dominicana está vigilante. Los procesos de veeduría se están
acrecentando.
La implementación de la
Estrategia Nacional de Desarrollo debe reflejarse en las políticas públicas
contentivas en el Plan Nacional
Plurianual del Sector Público, los planes institucionales, sectoriales y
territoriales y los presupuestos nacionales y municipales.
El pueblo dominicano está
dando la última oportunidad a las fuerzas políticas que han tenido en sus manos
el destino de la nación, esta vez por tres períodos consecutivos al PLD. Si
Danilo Medina no aprovecha esta oportunidad, el PLD puede ir olvidándose de
gobernar y mucho menos llegar hasta el
2030 como lo anunció el expresidente Leonel Fernández.
@GiseldaLiberato
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