Monica Bellucci
(EFE) La última famosa en declararse encantada de "liberarse de su belleza" ha sido la actriz Mónica Bellucci que en su último proyecto ‘Rhino Season’ interpreta a una mujer canosa y arrugada, un papel que define como "refrescante" porque le ha permitido actuar y no estar constantemente preocupada por estar guapa.
Otras celebridades van más allá y difunden a través de las redes sociales fotografías suyas sin maquillaje o recién levantadas; es el caso de Katy Perry o Rihanna, ambas tan conocidas por sus éxitos musicales como por su belleza, pero que no han renunciado a mostrar su aspecto más familiar en Twitter o Instagram.
Lo que en la época del ‘star system hollywodiense’ hubiera sido todo un sacrilegio, hoy en día es agradecido por los espectadores, en especial las mujeres, que se alegran de que los personajes públicos hayan perdido parte del halo de perfección que los rodea y sean un poco más mundanos.
Mujeres de verdad
Esta evolución en la imagen de las celebridades se aprecia también en la evolución que ha experimentado el mundo editorial, se ha pasado de revistas con reportajes amables en las que se trata de elegir la imagen más agraciada a cabeceras que tratan de destacar el ‘michelín’, la pose desafortunada o el vestido menos adecuado.
Lejos de esta búsqueda constante del defecto, las propias famosas reivindican una imagen más cercana a la realidad, frente a la dictadura de la juventud eterna y las siluetas perfectas.
Una de las primeras actrices en abanderar el derecho a las curvas fue Kate Winslet, que llegó a denunciar a una revista -y ganó- por asegurar que había acudido a un dietista para perder peso.
"Creo fervientemente que las curvas son naturales, femeninas y algo real. Sigo pensando que las mujeres pueden creer en ellas mismas por lo que llevan dentro y no sentir una increíble presión para estar delgadas de forma no natural", señala la protagonista de ‘Titanic’.
Muchas han sido las que se apuntan al carro de las curvas, pero pocas son las que en las alfombras rojas no luzcan una figura esbelta y cuidada. Y es que la cruda realidad es que Hollywood "no perdona que seas fea o gorda", según declaró la actriz Eva Mendes.
Llegan las caras lavadas
Twitter e Instagram han servido a muchos personajes públicos para mostrar al mundo que no son perfectas, no solo pueden tener curvas, sino que como casi todo el mundo tienen ojeras, una piel con imperfecciones y visten de andar por casa. Aunque fueron las revistas de moda las que abrieron la veda.
En el acelerado mundo de la moda, donde lo que hoy es tendencia mañana es viejo, las revistas marcan el paso. En este caso fue la edición francesa de ‘Elle’ la que en abril de 2009 mostró a Eva Herzigova, Mónica Bellucci o Sophie Marceau sin rastro de maquillaje. En el caso de la edición española, las escogidas fueron la periodista Sara Carbonero y las actrices Paz Vega y Elsa Pataky.
Años después, en octubre del 2011, sería la controvertida Lady Gaga la que mostraría al mundo su cara sin maquillaje en la portada de ‘Harper's Bazaar’, una imagen que dio la vuelta al mundo ya que era la primera vez que el mundo veía con claridad cómo era la excéntrica y nueva reina del pop.
Iniciativas de corte similar a parte, en la era del Photoshop y el desfile diario de alfombras rojas de premios y galas -donde vestidos, peinado, maquillaje, joyas y accesorios están escrupulosamente ensayados-, la cara lavada y la ropa de andar por casa han resultado ser uno de los 'looks' más revolucionarios e irreverentes.
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