/* Noticias Relacionadas */ Related Posts Plugin for WordPress, Blogger... /* Fin Noticias Relacionadas */

5 de febrero de 2013

Crisis del PLD en Santiago


En el 1982, un presidente del PRD fue sustituido por otro del mismo partido pero de distinta corriente interna. En el 2012, se repite la historia y Danilo Medina sustituye a Leonel Fernández, del mismo partido pero de otra corriente, presentando el dilema de incluir en la nómina pública a amigos, familiares y acólitos que representen a los nuevos líderes (Danilistas) o promover su ascenso, en caso de que estuvieran en el gobierno, acorde con su nivel de aporte al triunfo que cada quien reclama como suyo (no hay sombreros para tantas cabezas). En el caso de Santiago, han sido nombrados funcionarios desconocidos o traídos desde ciudades lejanas, provocando el rechazo consciente o inconsciente de las bases que tendrán la oportunidad de manifestarlo cuando se inicie la contienda interna con miras al 16.
El liderazgo político del PLD en Santiago está en franca crisis, determinada por la exclusión de dirigentes emblemáticos que por orden de Leonel, salieron a las calles y consiguieron triunfos en sus bloques o una derrota digna en otros, quienes en los tres períodos gobernados por el PLD y el Dr. Leonel Fernández, manejaron cuotas de poder significativa y hoy, la exclusión de estos lideres altos, medios y de base que no responden a proyectos danilistas futuros o a sus intereses personales, chocan a tal punto que en un caso, delante del presidente Danilo Medina, al escuchar la sustitución de un director preguntó, ¿quién lo colocó en esa posición? y al escuchar la respuesta el presidente de nuevo preguntó: ¿es que van a eliminar todo lo que representa a fulano?.
El Dr. Leonel Fernández, de forma recurrente, ha sido objeto de acusaciones por propios y contrarios, de gobernar con sus iguales dentro del Comité Político y con los miembros del Comité Central, haciéndose rodear estos, de los miembros de los Comités Intermedios quienes a su vez controlan a los presidentes de los Comités de Base, conformando una estructura orgánica que hasta el 16 de agosto pudo mantener una cohesión total que le ha permitido, un manejo gubernamental de sus gentes, sin presentar crisis internas fuera de lo prudentemente manejables.
En los años en que el hoy presidente Danilo Medina se retiró a crear su magistral proyecto político, que el pueblo dominicano valoró en su justa dimensión y que a la postre marcó la diferencia necesaria para convencer a los votantes y lograr el triunfo obtenido democráticamente el 20 de mayo del 2012, el entonces presidente Fernández y el PLD, no presentaron crisis de gobernabilidad ni institucional, porque los seguidores de Danilo no fueron apartados de las posiciones privilegiadas que detentaban en ese momento.
Hoy tenemos dirigentes que en sus reuniones llaman de forma despectiva a “esos leonelistas”, queriéndoles indilgar los “trabajos pesados de 12 años” que les tocó de una administración muy generosa con ellos, tratando por demás, de considerar la nueva era del PLD con Danilo al frente como una herencia política y económica que deben usufructuar y que les permitirá perpetuarse ascendiendo a posiciones electivas locales, por medio del manejo antojadizo de los trabajadores públicos de la provincia de Santiago.
Todos conocemos por docenas los dirigentes peledeistas miembros de los distintos niveles en que se divide la estructura orgánica del PLD, que trabajaron en cuerpo y alma para mantener el partido en el poder, que dieron todo su aliento y algo más en las calles de cada uno de nuestros barrios y en cada interminable discurso, tratando de convencer por todos los medios a los votantes que en algún momento dudaron de salir de sus casas a darle su apoyo solidario a un hombre como Danilo, que mostraba tanta seguridad de cumplir con un discurso que parecía casi ideal y del cual hoy no se arrepienten, dirigentes que enfrentaron a opositores dispuestos a pagar cualquier precio por la victoria de su candidato.
Los que hoy representan a Danilo en Santiago, se muestran muy opuestos a que los dirigentes santiagueros que hoy están apartados totalmente de la administración pública, tengan alguna posibilidad de retornar al gobierno ni siquiera a posiciones de tercera y han enfilado a los leonelistas de alta o baja jerarquía, incluyendo presidentes de direcciones municipales, para fusilarlos con el cañón cesante que determinará el futuro económico y político de esos obreros del PLD con cinco triunfos en su historial.
La cacería no termina; cuando inicie el proceso interno del PLD con miras al 2016, grandes y pequeños pasarán facturas a los faraones danilistas de Santiago que sacrifican en masa a aquellos que dejaron el cuero en las calles áridas y desiertas de intención de votos y que en mayor o menor nivel contribuyeron al triunfo de Danilo y el PLD y estarán en pleno derecho de citarlos por sus nombres y apellidos. Aquí se manifiesta con precisión el dicho: “Lo que va, viene” o “Lo que sube, baja”. Prepárense todos!
El Ing. Luis Rodríguez es Analista y Desarrollador de Sistemas Informáticos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario