Recorren kilómetros detrás de dinero, le dan la espalda a sus sueños, futuro incierto. Hombres enanos, no juegan como los demás niños, obligados a trabajar para costear sus necesidades, de manos sucias y miradas esquivas.
El trabajo para un niño debe ser una tarea, no una profesión.
Via viviendodeprisa.net
No hay comentarios.:
Publicar un comentario