Si no se anima a hacer deporte para mejorar su estado físico y psíquico, prevenir las enfermedades cardiovasculares, la diabetes o la obesidad, tal vez el argumento que le propone ahora la ciencia le motive más: el sexo. No sólo la buena función sexual de los hombres depende del flujo sanguíneo en los genitales, también la de las mujeres. Los problemas sexuales de la mayoría de ellas con la excitación y la respuesta sexual se deben a un flujo insuficiente en el área genital.
Sin embargo, practicar ejercicio de forma regular puede contribuir, y mucho, a mejorar el flujo sanguíneo en el clítoris y potenciar así la función sexual femenina.
Omer Faruk Karatas, de la Universidad Faith, en Ankara (Turquía), es el autor principal de una investigación que lo confirma.
En declaraciones al ELMUNDO.es asevera: "Este es el primer estudio que compara a atletas de élite y mujeres sanas respecto a la función sexual y el flujo sanguíneo del clítoris. El objetivo era evaluar los efectos de practicar ejercicio de forma regular en ambos grupos".
El clítoris es un "órgano eréctil que contribuye significativamente a la función sexual, especialmente durante la excitación y las distintas fases del orgasmo. Las medidas de su flujo sanguíneo con ultrasonido doppler (técnica especial que evalúa la circulación de la sangre a través de los vasos sanguíneos) se están llevando a cabo frecuentemente con el fin de establecer la función o la disfunción sexual femenina, por ejemplo tras el consumo de medicación o de una cirugía de genitales", declara el director del ensayo.
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