La bachata a la búsqueda de nuevas voces y estilos

Si todavía alguien tiene dudas del impacto que en estos momentos tiene el género de amargue en el mundo solo debió sentarse y encender el televisor para ver en la noche del jueves la décima segunda entrega de los premios Grammy Latino.

En este escenario que ha acogido a artistas de la música de la magnitud de Marc Anthony, Juan Gabriel, Marco Antonio Solís, Enrique Iglesias, y muchos otras estrellas latinas, se lucieron también dos criollos de la mano de un género que en este año ha conquistado nuevas voces, impensables para ellos mismos. Romeo y Prince Royce, demostraron el orgullo criollo en una ceremonia en la los dominicanos no corrieron con la suerte esperada, (solo nos tocó un gramófono por Ariel Rivas), pero que sí tuvimos estelaridad.

La realidad

Que el intérprete de “promise” apareciera junto a Usher en uno de los números musicales de la premiación que reconoce lo mejor de la música latina, tiene dos significados: el primero tiene que ver con Romeo directamente, y la acogida que está teniendo su propuesta. La segunda lectura tiene que ver con la trascendencia del género que popularizaron en sus inicios Luis Segura, José Manuel Calderón, Leonardo Paniagua y que hace mucho dejó los carwash para brillar más lejos.

La bachata, se ha impuesto en mercados internacionales con tal presencia en voces de diferentes intérpretes (Romeo, Prince Royce son una muestra) que productores de grandes eventos artísticos, como el Grammy Latino se ven en la obligación de tomarla en cuenta.

Un dato interesante es que el tema “Promise” de Romeo, el mismo que interpretó en la ceremonia del Grammy Latino el pasado jueves, se encontraba ayer entre las 10 canciones más populares de Estados Unidos, según un cable despachado por la agencia AP.

Y es que ni el mismo Romeo sabía que lograría convencer a Usher para que cantara bachata con él. En el Grammy se le vio al intérprete americano bachatear al son de Romeo.