La Vega. Un rancho cobijado de cana y paredes de cartón, una gallera y una granja de escuelas para 1, 240 alumnos en las comunidades Jagua Gorda, Los Corozos y Jimayaco.Todos los viernes, los estudiantes de la comunidad Los Corozos tienen que cargar cada uno con sus butacas hasta sus hogares, debido a que la vieja gallera es utilizada los sábados y domingos para las peleas.
La travesía de los 240 alumnos de la escuela Manuela Bernarda Sánchez, de Jagua Gorda, comenzó en agosto de este año tras la destrucción del antiguo plantel de ocho aulas para levantar otro, pero a la fecha, los trabajos han sido paralizodas por falta de recursos.
Cualquier espacio sirve para clases
Ramón Miguel Rodríguez, director del plantel, explicó a elCaribe que debido a la falta de espacio en la rancheta, utilizan la terraza de la casa de una maestra para impartir clase a los niños de preescolar.
Una letrina a punto de desplomarse es usada por los niños. En total cuentan con ocho maestros, cuatro que imparten docencia en la mañana desde quinto hasta octavo grados, y otros cuatro desde primero hasta cuarto. Rodríguez refiere que en esas condiciones hay otras diez escuelas en La Vega.
“El martes tuvimos que darle clase en medio del lodo, hoy es polvo, muchos tienen que venir con ropa de colores, porque se les daña a cada instante”, apuntó Rodríguez.
Justificación
La justificación que ofrece el ingeniero encargado de la obra, es que las labores fueron paralizadas por los constantes aguaceros.
Sin embargo, los maestros consideran que la falta de recursos es el principal obstáculo
Hacinamiento en las escuelas veganas
Para poder taparse de las lloviznas, las pizarras son colocadas como paredes y los pupitres aseguran los palos que sostienen la rancheta. Las asociaciones de padres y amigos de escuelas de las citadas comunidades esperan la intervención de las autoridades, como forma de solucionar el grave problema de hacinamiento en que son impartidas las clases.
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