Justin Bieber es amado y odiado allá por donde pasa y en Brasil no iba a ser menos. El canadiense se encontraba encima del escenario dándolo todo, entregado a sus fans y con su fornido torso al aire.
De repente, una botella le impacta en la mano, lo que hizo que parara de cantar de inmediato y con una mirada "asesina" abandona el escenario dando el concierto por finalizado, ante los gritos de súplica de sus fans.
El cantante podría quedar justificado porque lleva de gira varias semanas por muchos países y al final uno ya pierde la cuenta y la noción de qué bandera es de qué país y cómo se exhibe.
Y si no, seguro que sus fans se lo perdonan todo.
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