Los dominicanos vemos cada día en nuestros barrios y residenciales a numerosos haitianos actuando con toda libertad y realizando una vida normal. Instalan pequeños negocios, venden por las calles, trabajan en la construcción, la agricultura, la metalmecánica, las granjas avícolas y porcinas; y hasta tienen el triste negocio con niños pidiendo en los semáforos y otros lugares de nuestras ciudades.
Esta realidad, al parecer, no la conoce la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, pues en sus declaraciones, o mejor dicho, en sus exigencias hechas a nuestras autoridades plantea que aquí se maltrata a los haitianos, que son tratados como esclavos y no se le respetan sus derechos. “FALSO DE TODA FALSEDAD”
Además, prácticamente ordena a que SE REGULARICE LA SITUACIÓN DE LOS HAITIANOS EN CUANTO A QUE LES SEAN DEDOS DOCUMENTOS Y SEAN REGISTRADOS COMO DOMINICANOS. Qué gran barbaridad plantea esta respetable señora!!!. Mientras los dominicanos, de forma directa e indirecta, nos hacemos responsables de las calamidades que vive esa pobre gente, fruto de la explotación a la que otrora fueron sometidas por Canadá, Francia y los mismos Estados Unidos; y mientras su esposo Bill Clinton hace tremendos negocio en Haití, y además es el RESPONSABLE para la reconstrucción de ese país, andan es eso, en vez de ver como aportan lo que le corresponde y quizás así se igualan a Republica Dominicana en generosidad y apoyo a ellos.
Otra situación irrisoria y burlesca es que en los Estados Unidos persiguen y asesinan a mejicanos que intentan cruzar por la frontera de ambos países, pero ORDENAN que aquí sea registrados los indocumentados y se les de residencia y cédula a todos los hermanos haitianos, que ya hemos dicho andan por nuestro país a sus anchas.
Sólo espero que nuestras autoridades tengan el valor y la decencia de responder (con la altura y responsabilidad del caso) a esta agresión a la soberanía de nuestro país. Nuestra constitución es clara en cuando al tratamiento que se le debe dar al extranjero que nos visita, y más que agraviar a los indocumentados que residen ilegalmente en nuestro territorio, nos hacemos ciegos y permitimos acciones demás, todo en aras de las paz y convivencia (y algunos para enriquecerse a costa del crimen, lavado de dinero y drogas).
Que estos entuertos no nos hagan responder o actuar en contra de los haitianos, ellos no son responsables, son víctimas del abuso de los países poderosos, que a lo largo de la historia han explotado y consumido las riquezas y esperanzas de las naciones pequeñas, con la complicidad de serviles y malos hijos de nuestros pueblos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario