La afirmación de que un gran terremoto acabaría con el mundo el 21 de mayo y el desaire para el nonagenario que equivocadamente lo vaticinó dieron paso a una nueva fecha para el fin del mundo: hoy.
En múltiples entrevistas Harold Camping, un ingeniero radiodifusor con varias estaciones que se pueden escuchar a través de Internet, repitió sin titubeo que el día del juicio sería en mayo pasado. Tan convencido estaba que no hizo planes para el mañana.
Y el mañana llegó y Camping casi se vuelve loco en su intento por encontrar dónde estaba la falla en el sistema de números y símbolos que él mismo inventó para descifrar la fecha exacta del fin del mundo que, según él, está en la Biblia.
Quizás de la misma decepción o de la angustia de la espera, al religioso casi se le termina la vida porque le dio un pequeño derrame cerebral unas semanas después de que el mundo no acabó.
De todas maneras, el nonagenario se las arregló para “decodificar” el mensaje divino. Después de todo, a la tercera va la vencida y el radiodifusor no es un novato en eso de vaticinar finales. En 1994, había asegurado que el mundo finalizaría el 11 de junio de ese año. Obviamente, no la pegó.
El asunto es que desde el 21 de mayo, según Camping, el mundo se encuentra bajo el Juicio Final de Dios, “excepto los escogidos, los verdaderos creyentes”.
Interesante que esta vez, contrario a la anterior, no se ha visto la plaga de billboards con propaganda del fin. O se acabaron los chavos o sus seguidores están cansados de anuncios engañosos.
“¿Qué sucedió realmente el 21 de mayo de este año? Lo que aconteció realmente es que Dios logró exactamente lo que se proponía, y lo que Él se proponía era poner sobre aviso a todo el mundo que el 21 de mayo el programa de Dios para salvación llegaría a su final”, dice parte del mensaje colgado en la página web de FamilyRadio, que trata de explicar algo que nadie entiende.
La clave, según el texto, está en las palabras “terremoto” y “rapto”. La primera se refiere al estremecimiento que sacudió a la humanidad el 21 de mayo -pero que nadie parece haber sentido- y la segunda significa que ya los elegidos están seguros porque el programa para la salvación finalizó.
“Ninguna persona que a esa fecha no era salva jamás podrá ser salva”, se asegura en la página oficial, que desalienta a cualquiera con interés en la salvación.
Si no está en la lista de los escogidos, entonces pertenece, sin saberlo, al grupo de los que “serán aniquilados completamente junto al mundo físico en su totalidad el 21 de octubre de 2011”.
Si el mundo no acaba hoy, siempre hay espacio para un sustito con una de las múltiples películas de catástrofes que recrean el final.
Si escucha las trompetas, es que los vecinos han montado un party brutal.
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