El dolor de cabeza no es pretexto para no tener sexo

Hacer el amor es una actividad que ayuda a perder el estrés, peso y disminuye los riesgo de padecer de cáncer, según estudios.
Quienes estén acostumbrados a poner de excusa el “dolor de cabeza” para no tener sexo, tendrán que buscarse otro pretexto. Y es que, de acuerdo a varios estudios, la actividad sexual es mucho más poderosa que dos aspirinas.

Pero no sólo eso. Además, los masajes, las caricias y otras prácticas, podrían hacer una gran diferencia en la salud de quien tiene relaciones sexuales, según diversos investigadores en el tema.

Para muchos urólogos y especialistas en cardiología y ginecología, el sexo es una muy buena medicina alternativa.

Según ellos, los resultados de diversos estudios han demostrado que hacer el amor regularmente funciona como un buen analgésico, además de que tiene un gran efecto relajante. Esto debido a las endorfinas que se liberan durante el acto sexual.

Pero eso no es todo, según los especialistas, el sexo también disminuye el riesgo de infarto. De acuerdo a un estudio realizado por New England Research Institute en Massachusetts, hacer el amor al menos dos veces por semana, reduce en un 45% las probabilidades de desarrollar y tener una enfermedad cardíaca.

La actividad sexual también funciona como un método de prevención contra el cáncer de seno y el cáncer de próstata. Y es que, por increíble que parezca, las investigaciones han demostrado que los masajes sobre los senos, liberan una hormona que los puede proteger contra un posible cáncer.

Mientras que para los hombres, eyacular cinco veces por semana, reduce en un tercio, las posibilidades de desarrollar la enfermedad.

Hacer el amor retrasa el envejecimiento

Además de ser un acto liberador de estrés y este método reduce los riesgos de padecer de cáncer, el sexo también es bueno para quemar calorías, ya que media hora de esta placentera actividad te puede ayudar a perder alrededor de 200 calorías.

A esto se le suma el fortalecimiento del sistema inmunológico y el retraso del envejecimiento. Así, que ya no tienes excusas.