La empresaria haitiana Nadine Cardozo, superviviente del terremoto que asoló el país caribeño hace hoy dos años, afirma que "Haití no está condenado a vivir siempre así, porque no sería justo", y está convencida de que, "a pesar de que conocemos momentos difíciles, saldremos adelante".
"Los haitianos tenemos que poner mucho de nuestra parte, pero podemos salir de donde estamos. Otros países lo han hecho", dijo Cardozo en una entrevista con Efe en Madrid, donde hoy recibe el reconocimiento de la ONG española Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF).
El 17 de enero de 2010, la empresaria haitiana fue rescatada por un equipo de BUSF tras permanecer cinco días atrapada bajo los escombros del hotel que regenta en Puerto Príncipe.
"La emoción está siempre ahí y no creo que la distancia en el tiempo vaya a terminar con ella. Ayuda un poco, pero no tanto, porque hay sentimientos y traumatismos que no se pueden y, quizá, no se deben olvidar", indicó.
Cardozo recordó con Efe el momento en el que, a través del hueco abierto entre los escombros, vio el rostro de Edgar, el bombero peruano que llegó hasta ella y la tranquilizó antes de sacarla de allí.
"Me transmitió su energía, su fuerza, y entre los dos se generó una especie de electricidad positiva, porque empezamos a hablar como si estuviéramos en un café. Fue una conversación muy normal para estar enterrada debajo de cinco pisos", rememoró.
Tampoco olvidará -afirma- "la visión al salir del grupo de bomberos trabajando con tanto corazón. Pasaron 18 horas luchando para rescatarme".
De aquel instante Cardozo asegura que surgió una unión "muy especial" que se tradujo poco después en una estrecha colaboración con la ONG española, que hasta el momento ha donado cuatro ambulancias medicalizadas, ha potabilizado el agua del hospital de Puerto Príncipe y trabaja en la construcción de dos escuelas.
"Quiero pensar que Haití ha avanzado un poco en este tiempo, pero hay mucho por hacer, porque seguimos sin tener lo básico. Se necesita todo: agua, electricidad, salud, escuela ...", señaló.
Pero lo que más necesita el país, según la empresaria haitiana, es crear trabajo, "para que cada uno pueda pasar de sobrevivir a vivir dignamente".
Dos años después del terremoto que acabó con la vida de 300.000 personas, más de medio millón de haitianos siguen viviendo en campamentos y sólo el 43 por ciento de los 4.600 millones de dólares prometidos en la conferencia de donantes ha sido entregado.
Para Cardozo el problema radica en que, después del terremoto hubo un cambio de Gobierno, "y eso no ha ayudado, sino que ralentizó todo", aunque espera que ahora "la situación mejore y se desbloquee la entrada de dinero".
"El nuevo Gobierno está empezando a trabajar y ya está poniendo en marcha un programa muy fuerte de escolarización, con becas para muchos alumnos. Se está intentado que aumente considerablemente el número de jóvenes que pueda acudir al colegio", explicó.
A nivel individual, la empresaria haitiana aboga por tener una visión positiva para poder prosperar, porque "no sirve de nada quejarse, quedarse en una esquina y decir: ¿qué vamos a hacer, qué podemos hacer?".
"No siempre se puede ser fuerte, pero se puede luchar cada día. Tenemos que mirar hacia adelante. Cuando uno piensa así, siempre encuentra una solución", subrayó.
Cardozo habla desde la experiencia de tener que reconstruir el hotel que sus padres levantaron durante setenta años.
"Hemos perdido mucho, pero lo que más duele son los recuerdos. Para mi familia es muy difícil aceptarlo, pero lo hacemos. Nuestros hijos tiene mucha fuerza, son muy jóvenes, y están trabajando de 15 a 20 horas al día sin quejarse, para empezar de nuevo. Queremos ver días mejores para nosotros, y para Haití", concluyó.
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