26 de enero de 2012
La estrategia en la campaña electoral
Las sociedades primitivas utilizaban las manifestaciones mágico-religiosas para la solución de sus problemas más apremiantes y los aspectos triviales o de poca relevancia, los resolvían en el día a día. Sin embargo, en la civilización globalizada del mundo de hoy, esas artes mágicas son irrelevantes, ya que toda sociedad debe enfocarse en la apropiación del conocimiento, prácticas y tecnología de punta para ser conducida por el sendero del bienestar y desarrollo.
En la evolución social la política ha sido determinante y su máximo desarrollo ha sido con el origen de los partidos políticos y el sistema democrático que fortalecieron los conceptos del derecho natural, soberanía y separación de poderes. El partido político representa una parte importante de la sociedad y tiene como objetivo primordial la obtención del poder, entendiendo éste como la facultad legal delegada por el pueblo a un partido y sus candidatos. Para lograrlo, el partido tiene que recurrir a un conjunto de tácticas que hagan posible el logro de su estrategia general.
La táctica, del griego tactiké, se refería a la aplicación de los pasos que va dando el general en la conducción de su ejército para propiciar una acertada estrategia, que no es otra que ganar la guerra. El término estrategia se compone de los vocablos griegos stratós (ejército) y agoia (guiar, conducir), teniendo un significado etimológico de “arte que tiene el general de conducir su ejército”. En ese tenor, los generales griegos se reunían con sus oficiales más capaces para determinar el plan a seguir hacia la conducción de la guerra, donde cada batalla (táctica) estaba en armonía con el objetivo central, ganar la guerra (estrategia).
El momento político que vive el país, en medio de un proceso electoral polarizado en dos grandes fuerzas políticas, obliga a utilizar sus hombres y mujeres más capaces en la conducción de la campaña electoral. Se requiere de personas fogueadas en las lides políticas, con capacidad de análisis de la psiquis del dominicano y sus aspiraciones, voluntad de servicio al partido y, sobretodo, con conocimientos en planificación, organización, dirección y control de la administración de la campaña. Esta razón es la que mueve a los dirigentes nacionales a escoger sus equipos de campaña y dentro de éste, a su equipo de estrategias.
El equipo de estrategias es el responsable de realizar un diagnóstico de la realidad política nacional, en todos sus niveles, mediante la herramienta de las encuestas y reuniones con sus distintos estamentos, conociendo sus debilidades y fortalezas en toda la geografía nacional. Se convierte en el cerebro de la campaña y como tal, actúa con serenidad y frialdad, donde la emoción y pasión deben quedar en los ejecutores de las actividades, no en ellos.
Conocida esa realidad política, establece una serie de parámetros a seguir de manera meticulosa y sistemática, con sus respectivos responsables. Cada paso o táctica que se va ejecutando debe hacerse en función de la meta o estrategia final, ganar las elecciones. De ahí que se fija un calendario de actividades y reuniones de seguimiento y control que vayan garantizando el éxito de lo propuesto.
El partido político moderno no sólo es el que emplea la tecnología, sino, aquel que descentraliza responsabilidades y permite que el liderazgo nacional, regional, provincial y municipal asuma sus propias acciones en función de lo trazado por el Equipo Nacional de Campaña, razón por lo cual, en las diversas instancias partidarias se escogen equipos de estrategias que conocen mejor la realidad de la comunidad en la que se desenvuelven. Estos equipos, al igual que el Equipo Nacional de Campaña, se constituye con los hombres y mujeres más experimentados y visionarios con capacidad de prever situaciones y dar respuestas rápidas, cual si fuera el general guiando a su ejército en el campo de batalla donde hay que mover con destreza, cual partida de ajedrez, a su regimiento. Quien mueva con inteligencia sus piezas, soldados o militantes tendrá más probabilidades de éxito, que no es otro que ganar la partida, guerra o elecciones.
La táctica debe conllevar al logro de la estrategia y es de sabios responsabilizar su conducción a las personas más hábiles, experimentadas y diestras.
Lic. Gilberto López Taveras
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