Arzobispo de Santiago reclama equidad en la reforma fiscal
Arzobispo de Santiago critica dispersión y desorden en el Estado
Deploró que en el país haya instituciones que, aún con objetivos comunes, actúen cada quien por su lado, en vez de buscar soluciones en conjunto a los males que pesan sobre el país.
SANTIAGO, República Dominicana.-El arzobispo de la Arquidiócesis de Santiago, monseñor Ramón Benito De la Rosa y Carpio, criticó la dispersión y el desorden en el Estado, lo que a su juicio impide que se encaren con efectividad los problemas nacionales.
El prelado consideró que el país requiere de mejores mecanismo para
encarar la lucha contra los problemas que desencadenan en violencia.
Deploró que en el país haya instituciones que, aún con objetivos
comunes, actúen cada quien por su lado, en vez de buscar soluciones en
conjunto a los males que pesan sobre el país.
Instó a los organismos responsables de la seguridad nacional a
unificar criterios para obtener mejores resultados en la lucha contra la
delincuencia, el narcotráfico y otros males que son generadores de
hechos violentos.
“En nuestro país sucede muchas veces que (hay varios) organismos que
tienen que ver con una misma realidad, y cada uno actúa por separado. Yo
creo que debe haber un plan, y la primera propuesta debe ser que
todos los organismos que tienen que ver con la seguridad ciudadana se
junten, que revisen su política y sus acciones, eso sería un magnifico
comienzo para las nuevas autoridades”, dijo monseñor De la Rosa y
Carpio.
El arzobispo de Santiago aseguró que la violencia afecta la paz de
los ciudadanos y su entorno, y que debe ser encarada de manera conjunta
por el Gobierno y por los diferentes sectores sociales.
Agregó que los efectos de la violencia no solo afectan la parte
humana y la integridad espiritual, sino que constituye es un aspecto
negativo, que toca de manera sensible la economía de los grupos
productivos, los cuales se ven enmarañados por no poder combatir con
éxito la inseguridad.
En otro orden, De la Rosa y Carpio dijo que más que los recursos
económicos para la educación, y llevar el aprendizaje a aquellos que aún
no lo tienen, debe existir la voluntad de trabajar.
Dijo que de nada serviría tener el dinero, “por ejemplo el 4 % del
Producto Interno Bruto (PIB)”, si no hay planes concretos sobre los
cuales elaborar el mejor sistema curricular para la preparación de los
alumnos y alumnas.
El predicador citó como ejemplo, el plan echado a andar por el hoy
fenecido empresario santiaguero Manuel Arsenio Ureña, quien con un
programa cargado de voluntad ayudó a erradicar el analfabetismo en
muchas comunidades de los municipios serranos, como San José de las
Matas y Pánico. Señaló que otros programas se llevaron a cabo en San
Juan de la Maguana, con muy buenos resultados.
“Se puede y debemos hacerlo”, afirmó monseñor al referirse al tema de
la educación, como base sólida de del desarrollo de los pueblos.
Sostuvo que en el país han hecho falta gente que se enamore de este tipo de proyectos.
“En el país lo que ha faltado personas que crean en los proyectos que
se enamoren de éstos y los echen hacia adelante. Si el Estado invierte
en esto y no tenemos un plan hecho con un sentido de querer ayudar a los
dominicanos, aunque tengamos el dinero, no lo haremos.”, señaló.
Austeridad y reforma fiscal
Sobre el plan de austeridad declarado por el Gobierno y las
negociaciones para una reforma fiscal, el arzobispo de Santiago
consideró que se debe procurar la equidad.
“Nosotros no quisiéramos tener una austeridad sistematizada, poco a poco”, dijo.
Sostuvo que ya que las autoridades impulsan una reforma fiscal, ésta
debe ser sobre la base de hacer una reforma, donde las riquezas que hay
en la República Dominicana, se puedan distribuir de manera equitativa.
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