No
fue por un camino atroz que se rebeló ese pueblo (precisamente ése). Ni
por un alza de precios. Ni por los crueles apagones. Ni por la falta de
agua. Ni por alguna promesa electoral incumplida. Nada de eso. Fue
contra el impune asesinato policial de Héctor Ramón Medina que se
rebelaron y murieron también Rafael, Ricardo, Jonathan y Arelis, en un
país que olvida pronto los abusos y consiente, pasivo, la impunidad. Que
fue por lo que lucharon y murieron Patria, Minerva y María Teresa…Otro
olvido también.
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