EN LA CATEDRAL
UNA MASIVA ASISTENCIA DE OBISPOS Y PERSONALIDADES
Pasadas las 5:00 de la tarde de ayer y después
de una intensa jornada de actos litúrgicos, incluyendo uno encabezado
por el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, fueron depositados en
su cripta los restos de monseñor Tomás Gerónimo Abreu Herrera, de 82
años, quien fuera el primer obispo y fundador de la diócesis de esta
ciudad.
La eucaristía final y solemne fue encabezada por el
arzobispo de Santiago, Ramón Benito de la Rosa y Carpio, ante ocho
obispos más de las diferentes diócesis del país, decenas de sacerdotes,
diáconos, presidentes de asambleas, religiosas, laicos comprometidos y
personalidades de la vida empresarial, política y social.
Desde
que el cuerpo sin vida de Abreu Herrera fue expuesto en el principal
templo católico de la región, desfilaron y participaron en los distintos
oficios religiosos en su honor, los senadores de las cuatro provincias,
diputados, gobernadores, oficiales militares y policiales y
funcionarios de diferentes dependencias gubernamentales. En la misa
solemne de despedida, iniciada pasadas las 3:00 de la tarde, fue
necesario instalar carpas en el frente para acoger a la gran cantidad de
personas que fueron a las honras fúnebres, donde fue notoria la
presencia de gran cantidad de familiares de todas las edades del
mitrado.
En horas de la mañana, el cardenal López Rodríguez
encabezó una misa ante el féretro del obispo emérito fallecido, donde
destacó sus lazos y relaciones desde que se encontraron en el seminario,
aunque Abreu Herrera le llevaba varios años de estudios y luego
compartieron en la diócesis de La Vega como sacerdotes. López Rodríguez
estuvo acompañado de Agripino Núñez Collado, quien también resaltó la
labor pastoral y social de Abreu Herrera en el Noroeste, durante los 28
años al frente de la diócesis.
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