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El debate en el PRD

nuación un interesante artículo sobre la situación del PRD del destacado  periodista Alfonso Tejada, residente actualmente en Estados Unidos:

 El debate al interior del Partido Revolucionario Dominicano, aunque focalizado en el aparente control de la estructura dirigencial, rebasa este limitado escenario y refleja una lucha más amplia, que engloba a toda la sociedad dominicana.

No solo se discute la ausencia de Miguel Vargas Maldonado del debido respaldo que como presidente del PRD debió dar al candidato presidencial de su propio partido, sino también la actuación socavadora que él y algunos de sus seguidores ejecutaron contra Hipólito Mejía y Luis Abinader, y en favor de Danilo Medina y Margarita Cedeño, dirigidos en esta labor de zapa, precisamente, y en beneficio, de quien el presidente del PRD establece el origen de la crisis: Leonel Fernández y el PLD.

Conviene recordar que el origen del encono de Vargas Maldonado y sus seguidores comenzó tras su derrota en la convención del PRD de marzo del pasado año, que siempre atribuyeron a la intervención del PLD al supuestamente ordenar a sus militantes votar a favor de Hipólito Mejía, quien  ganó  esa contienda, que se celebró con padrón abierto.

Vargas Maldonado y sus parciales alegaron entonces que no podían permitir que Leonel Fernández, el Gobierno y el PLD impusieran el candidato presidencial perredeista. A partir de entonces iniciaron las tareas de socavamiento que los acotejó en los brazos de aquellos a quienes señalaban, con el agravante de ayudaron a frustar las expectativas de cambio de la mayoría de los dominicanos que cifraban  en la candidatura de Hipólito Mejía.

El comportamiento de Vargas Maldonado, quien no renunció a la presidencia del PRD tal como establecen los estatutos que él se hizo aprobar, desde un principio apuntó a la candidatura presidencial perredeista con un marcado propósito: suministrar la ayuda necesaria para hacerla perdedora en mayo 20; y, para lograr ese objetivo no desdeño medios, ni acciones.

Entonces, lo que se debate en el PRD ahora no solo es quien debe dirigir la estructura; más importante es el comportamiento que debe asumir la sociedad toda: exigir a cada actor social jugar su papel en correspondencia con la responsabilidad que tiene frente al colectivo pero haciéndolo de manera transparente, sin engaños ni propósitos bastardos.